5/1/08
Adoptar tecnología nueva no es fácil no.
Me ha llamado la atención este post de ChiefTech titulado "Nueva tecnología: a veces es mejor y no siempre es más inteligente". Comenta una anécdota de lo mal que lo pasaron los primeros vendedores de coches en Australia. Sobre todo al vender coches a los agricultores.
Acostumbrados estaban a conducir arados que para girar a la derecha tenían que empujar para la izquierda y viceversa, que el volante de un coche que funciona al revés que los arados les hacía cometer muchos accidentes.
También es gracioso que como al conducir un caballo no te tienes que preocupar por que se choque con un árbol, no entendían que un inteligente coche construido en Detroit fuese tan estúpido que no era capaz de hacer lo que hace un caballo.
No se sí el conductor de este coche es descendiente de granjeros australianos.
Hace unos meses publiqué una cosa parecida sobre lo difícil que debió de ser para los primeros monjes acostumbrados a los papiros utilizar el primer libro.
Cuando use el primer GPS en el coche lo primero que pensé es la reacción que hubiera tenido mi padre de haberlo visto.
Hoy en día cuando implanto programas en los clientes hago verdaderos esfuerzos por poner las manos detrás y hacer que sean los usuarios los que lo utilicen la primera vez. Yo me fijo en sus reacciones y en lo difícil que es para ellos rellenar cualquier formulario que he diseñado con todo mi esmero.
Otro ejemplo, el último. Hace un par de años me medio enganche a un juego de videoconsola. Uno de rallys de coches. Me costó mucho tiempo acostumbrarme a su mando y a sus reacciones. Pero le cogí el truco (sin llegar a ser campeón de nada eh!). El otro día vi a mi sobrino jugando a otro juego de rallys. Le pedí el mando pensando que tenía todo olvidado, pero mi sorpresa fue grande al ver que controlaba los mandos casi tan bien como hacía años.
Hay cosas que no se olvidan, si están bien diseñadas.
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