
La verdad es que en la A-8 se nota la sobreactividad de los radares y el incremento en el número de multas hace que la mayoría circulemos a los 80 km/h reglamentarios de la autovía. Es una velocidad casi ridícula, que te permite pensar mientras conduces, pensar en lo fácil que parece hacer que los coches conduzcan solos, o en otras cosas.
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